sábado, 27 de enero de 2007

OSCURA SOLEDAD


La noche profunda juega a ser navío
que se aleja y regresa
con esa noche en mis manos
en mis oídos en mis deseos
Cruza pasiones
lleva y trae sonidos a medio pronunciar
Después del sinuoso peregrinar
de almas noctámbulas amanece
Los pájaros no están mudos.
Despierta el día y te interrogo,
sin alzar el diapasón de mi voz pausada.
Burlo la coraza de la soledad
y te interrogo
Aunque no estés
en mis mañanas del rito y la
pereza.
No hay tristezas, no hay lugares,
no hay distancias
Hay recuerdos que se agolpan
desde mi corazón hasta mis labios.
Adivino el gesto longevo de tus caricias,
hasta siento el roce tibio de tus manos,
tatuado en mi piel deshabitada.
Escucho tu voz de barítono,
susurrando en mis oídos
hasta multiplicar el silencio,
y retomar por el atajo curvo
del navío que se aleja
en la madrugada de azul ceniciento.
Bajo las nubes,
lentos aleteos blancos de gaviotas
hacia otros puertos
otros mares
que mis pupilas no ven.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenísima, tienes tu estilo, y

vale, vale.
Saludos Luis Javier