Un desgarro de guitarra
bajo los arcos moros.
Como un resorte de elástica armonía
acelera latidos
Tacones carmesí arden en el tablado.
Volantea la bata a lunares,
aplausos de castañuelas
Rojo en su pelo el clavel baila
Aroma de sevillanas despereza la noche,
en los senderos montinos de los olivares.
Con un donaire gaditano en abanicos,
vacía su cabellera sobre el mundo
Desplumado de pájaros.
1 comentario:
Josefina, hermoso poema. Me ví en medio de ese tablado, dando palmas al compás de la música que baila tu clavel. Felicitaciones. Marta Julia ravizzi
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