Gesticulan perversos los relámpagos
Rayados por la lluvia pasan gentes pobres y grises
transitando su silencio vicioso,
por el callejón escueto, de veredas ausentes.
Desconcierto de hojas amarillas
garabateando el domingo.
Cierra su epílogo la tarde descobijada
y la noche llega sin invitación.
Un farol albino bambolea
su aburrimiento nocturno
tras cristales agotados
Ella sigue reponiendo pétalos a las margaritas