Se estruja tu nombre, lo estrujo
Usurero de sentimientos
Frustración asfixiante
en mis delirantes despertares.
Qué paradoja en la boca del pronóstico
Qué mensaje clandestino
en mi ceguedad de lunas.
No sé cuál es la dimensión de un relámpago
No sé medir el vértigo encrespado del mar
Ni el mensaje silencioso del volcán eruptivo
Usurpador peregrino
El regreso de tus pisadas
no vale ni una limosna
Se retuerce la sombra de tu figura
en el mosto pastoso de sinsabores
1 comentario:
Terrible, lacerante... y a la vez tan real...tan ajustado a más de uno...
Saludos...
Raúl.
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