jueves, 18 de marzo de 2010

Tras los cristales



















Gesticulan perversos los relámpagos

Rayados por la lluvia pasan gentes pobres y grises

transitando su silencio vicioso,

              por el callejón escueto, de veredas ausentes.

Desconcierto de hojas amarillas

              garabateando el domingo.

Cierra su epílogo la tarde descobijada

               y la noche llega sin invitación.

Un farol albino bambolea

                su aburrimiento nocturno

                                   tras cristales agotados

Ella         sigue  reponiendo pétalos  a las margaritas

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un bisturí profundo en los avatares del alma...
Excelente Jóse...

Anónimo dijo...

Poema que invade el alma. Lleno de matáforas preciosas. Felicitaciones. Marta Julia Ravizzi

Anónimo dijo...

Como comentan las dos personas anteriores, este poema te llega al alma y deja una marca. Se puede sentir en el cuerpo la desolación de ese atardecer de domingo con su "farol albino"...¡Excelente!
Valeria Juárez